LA RELAJACION Y EL ESTADO ALFA

Podríamos definir la relajación como la capacidad que tenemos para poder eliminar la tensión de los músculos del cuerpo y así conseguir un profundo estado de descanso natural, así como de interiorización.

Mediante la relajación no solamente podemos alcanzar un estado natural de descanso físico, el cual es tremendamente beneficioso para nuestro organismo, y así lograr unificar tanto la armonía física como espiritual y mental, sino que también es la puerta para poder entrar en nosotros mismos y conseguir alcanzar el estado adecuado para la grabación de nuevos programas en el subconsciente, que aparte de los beneficios que nos ofrece la simple práctica de la relajación, es el paso siguiente que debemos de dar para atraer hacia nosotros lo que deseamos en la vida.

La relajación es algo innato al ser humano y a todos los seres de la creación y es una práctica natural y que todos sabemos cómo hacer aunque la hayamos olvidado, y eso nos impide tener por tanto el beneficio físico y mental que esta nos puede aportar.

Por medio de la relajación, aunque lo veremos con detalle más adelante, conseguiremos también, gracias a la profundización que realicemos, alcanzar un estado que es el ideal para realizar los trabajos de grabación, y este es el estado llamado ALFA.

 

COMO RELAJARNOS

Existen diferentes métodos y formas para relajarse, pero mi recomendación para conseguir lo que necesitamos es realizar una Relajación Muscular Pasiva, y a continuación veremos cómo realizarla.

Si se está acostumbrado ya a un método de relajación, o la forma de lograr un estado de serenidad y tranquilidad, sería perfecto que se usase. Si no fuera así, a continuación vamos a ver lo que considero más adecuado para conseguir una buena relajación.

Lo primero que debemos de hacer es buscar un sitio tranquilo y en el que tengamos la seguridad de que no vamos a ser molestados durante unos minutos o durante el tiempo que queramos dedicar a la práctica. Un sitio en el que nos encontremos lo más a gusto posible y en el que podamos, si lo deseamos, crear un ambiente que nos induzca al recogimiento y a la tranquilidad utilizando velas, incienso, música relajante… Por supuesto nada de esto es necesario, pero en algunos casos puede ser útil siempre y cuando nos lleve a estar más confortables y a hacer de la sesión de relajación uno de los mejores momentos del día.

El siguiente paso sería ponernos lo más cómodos posible, sentados o acostados y con poca luz, podríamos decir que en penumbra sería lo ideal. En cuanto a la posición, si estamos sentados, debemos de mantener la columna vertebral lo más recta posible ya que ayuda a que fluya la energía y además nos llevará con más rapidez a estados profundos de relajación. En caso de estar tumbados sería preferible que nuestro cuerpo no se hundiera demasiado, por ejemplo una cama muy blanda. Sería preferible tumbados en el suelo sobre una manta o colchoneta fina.

A partir de ese momento procederíamos de la siguiente manera:

  • RESPIRACIÓN

Comenzaríamos concentrándonos en una respiración abdominal muy lenta y tranquila durante unos minutos. La duración sería a discreción de cada cual ya que lo que importa es que por medio de la respiración vayamos serenándonos, tranquilizándonos y acallando nuestra mente todo lo que podamos hasta que nos vayamos sintiendo más tranquilos y sosegados. Una vez llegados a ese punto, debemos de retirar nuestra atención de la respiración, dejando que se realice ya de forma automática y pasaríamos al siguiente punto.

  • AFLOJAMIENTO MUSCULAR POR PARTES

A continuación seguiríamos poniendo nuestra atención consciente en los pies, las piernas y nalgas, asegurándonos de que esa parte de nuestro cuerpo se encuentra sin tensión muscular y profundamente relajada. Después las manos, los brazos y los hombros. De momento estas partes son las más fáciles de relajar por corresponder a zonas en las que los músculos son más grandes que en el resto del cuerpo.

Después ya pasaríamos a los músculos de la espalda, los del abdomen y pecho y finalmente el cuello. De esta forma ya tendríamos prácticamente todo el cuerpo relajado excepto la cabeza, que haríamos a continuación para terminar.

Como la cabeza tiene muchísimos y pequeños músculos tendríamos que relajarla a su vez por partes, comenzando por ejemplo por todo el cuero cabelludo y orejas, y continuando por la frente, entrecejo, mejillas y músculos de la cara en general y la lengua también.

Una vez que hayamos realizado este aflojamiento muscular, con el fin de interiorizar todo lo posible, iremos contando hacia atrás de 10 a 1 lentamente de forma que al llegar al 1 nos encontremos relajados ya del todo.

Una vez realizado este proceso nos encontraremos totalmente relajados y la duración de esta práctica podrá ser la que deseemos, aunque para los objetivos que perseguimos en este seminario yo recomiendo que la sesión dure unos 15 o 20 minutos, aunque como ya he comentado si se quiere extender más, tanto mejor, no hay ningún problema.

Conforme vayamos practicando iremos consiguiendo estados más profundos de relajación, así como que nos relajaremos en menos tiempo, alcanzando de esta forma el estado óptimo para trabajar nuestro subconsciente.

Y ahora vamos a ver que tipos de ondas cerebrales tenemos dependiendo del momento en que nos encontremos, y veremos que alcanzar el estado ALFA es justamente al que deberíamos llegar para tener una muy buena y plácida relajación así como que es el estado perfecto para poder alcanzar a nuestra mente subconsciente y poder realizar prácticas de programación mental y de visualización creativa.

EL ESTADO ALFA

LAS ONDAS CEREBRALES

Las neuronas del cerebro poseen actividad eléctrica y debido a esto se definen unas bandas de frecuencia de funcionamiento dependiendo de los ritmos cerebrales que existan en cada momento.

Por ejemplo, el ritmo que el cerebro tiene cuando se duerme no es el mismo que cuando se está despierto y por lo tanto la frecuencia de funcionamiento es distinta.

Pues bien, se establecen de forma básica cuatro bandas de frecuencia cerebral que se denominan, de mayor a menor: beta, alfa, theta y delta, y a continuación veremos el ámbito de trabajo de cada una de ellas.

  • BETA

Dentro de Beta se establecen dos tipos, Beta alto y Beta normal. El estado Beta alto se da en frecuencias mayores de 25 cps (ciclos por segundo) y es un nivel muy dañino para el ser humano ya que tiene lugar en estados de máxima excitación por stress, ansiedad… y por consiguiente origina desequilibrios importantes en la mente y el cuerpo.

Por lo que respecta al estado Beta normal, este es el estado de vigilia, es decir, cuando estamos despiertos de forma normal. Su frecuencia de funcionamiento se encuentra entre 14 y 15 cps.

  • ALFA

Este estado se encuentra entre las frecuencias que van de los 7 a los 14 cps. El estado alfa para su fácil comprensión sería en el que nos encontramos cuando nos despertamos por la mañana o cuando nos metemos en la cama por la noche para dormir. Es un estado en el que estamos despiertos y somos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor pero sin embargo al mismo tiempo estamos somnolientos y no con todas nuestras facultades a punto en ese momento. Es un estado que se encuentra por así decirlo a caballo entre despierto y dormido en donde nos desconectamos de nuestra vida cotidiana y nos conectamos con nosotros mismos.

Este es el estado ideal que necesitamos generar para poder trabajar en nuestro subconsciente y al que debemos de llegar cuando realicemos una práctica de relajación.

  • THETA

Este sería un estado similar al Alfa pero mucho más profundo y en donde perdemos la conciencia normal y la percepción de nuestros sentidos, y donde nos inducimos al sueño.

Su frecuencia estaría entre los 4 y 7 cps.

  • DELTA

Podemos denominar este estado como el de sueño profundo e inconsciencia total.

Su frecuencia está entre los 0,5 y los 4 cps.

 

¿COMO GENERAR DE FORMA VOLUNTARIA EL ESTADO ALFA?

Como hemos podido ver en el anteriormente nuestro interés radica en alcanzar el estado Alfa para poder conseguir relajarnos totalmente y trabajar con nuestro subconsciente. Si bien es cierto que tanto por la mañana cuando nos despertamos como por la noche cuando nos acostamos, son momentos enormemente aprovechables para trabajar en nuestro subconsciente y como veremos también, es muy importante  saber cómo podemos de forma voluntaria generar este estado en cualquier momento del día y así realizar nuestros trabajos cuando lo deseemos.

Realmente con lo que hemos visto hasta ahora en cuanto a la respiración y relajación, esto ya nos lleva por defecto a sumergirnos en un estado Alfa fácilmente. Por el hecho de realizar una sesión de relajación en la que comenzamos con un control de la respiración, esta situación nos sitúa en estado Alfa con una gran seguridad; ahora bien, cuanto más profundicemos en dicho estado, la efectividad del trabajo con el subconsciente será más alta, por lo que a continuación comentaré que podemos hacer para conseguirlo. No obstante y como es lógico intuir, es la práctica la que nos llevará poco a poco, pero en menos tiempo de lo que podamos pensar, a dominar estas técnicas.

Una vez que nos encontramos totalmente relajados podemos hacer dos cosas que suelen dar muy buenos resultados; quiero decir una u otra. Es cuestión de probar para ver cual es mejor para cada uno.

Una es la de aplicar técnicas de descenso de numeración otra vez al igual que hicimos para inducirnos en la relajación, pero ahora lo repetiremos para profundizar más aún. Por ejemplo de 10 a 1 o de 5 a 1, y pensando mientras vamos contando descendentemente: “Conforme voy contando hacia atrás me voy encontrando en un estado de relajación mucho más profundo”.

La otra forma consiste en: una vez que estamos totalmente relajados, con los ojos cerrados, elevaremos nuestros globos oculares unos 20º aproximadamente con respecto a la horizontal o posición normal de nuestros ojos y efectuaremos la cuenta atrás como en el caso anterior y pensando lo mismo mientras contamos. Por razones que aún no se conocen realmente, el situar la posición de los ojos tal como he descrito nos induce a alcanzar el estado Alfa con una gran rapidez. Esta última técnica es la recomendada por el método Silva.

Con las técnicas descritas hasta ahora estamos en condiciones para poder trabajar con nuestro subconsciente y poder entrar fácilmente en nosotros mismos para poner en práctica métodos de Autosugestión y Visualización Creativa, y todo esto con independencia de que la práctica de la relajación por sí misma simplemente es totalmente beneficiosa para nuestro cuerpo y nuestra mente y que sin duda debemos de practicar siempre por nuestro bien.

Y esto es lo que en esta ocasión quería compartir con todos. Espero que su práctica os ayude a sentiros mucho mejor en todos los sentidos.

“Únicamente el hombre relajado es verdaderamente creador y las ideas le vienen como relámpagos”

 Cicerón



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