30 Nov EL PENSAMIENTO POSITIVO
Si queremos tener una vida plena y atraer hacia nosotros todas las cosas buenas que podamos desear es fundamental que nos desarrollemos en el pensamiento positivo y lo practiquemos ya que esto además nos va a aportar alegría, felicidad y paz.
Todo empieza en lo que es el pensamiento y la naturaleza del mismo, y para cambiar nuestra vida, si es que no es la que verdaderamente deseamos, tenemos que admitir la máxima de que cada uno de nosotros atraemos y nos convertimos en lo que pensamos intensamente, por lo que hay que pensar siempre en aquello que nos gusta y que queremos que suceda y no en lo contrario.
Quizás esto sea muy fácil de decir y difícil de poner en práctica sobre todo porque primero tenemos que creer que esto es así y en segundo lugar y superada esa primera razón, porque tenemos una enorme tendencia en general a potenciar los pensamientos negativos y poner más atención en ellos que en los positivos, la razón es innata al ser humano desde el principio de los tiempos por la defensa de su supervivencia.
De cualquier forma y con independencia del tipo de pensamiento que tengamos que sea positivo (algo que nos gusta), negativo (algo que no nos gusta) o neutro (que nos es indiferente), atraeremos a nosotros aquello en lo que pensemos, por tanto parece lógico que debemos pensar en lo que queremos y no en lo que no queremos.
Si queremos cambiar nuestra vida para atraer lo que queremos, tenemos que vigilar los pensamientos que tengamos y cuando nos venga alguno de tipo negativo lo primero que debemos hacer es reconocerlo, ser conscientes del mismo y acto seguido cambiarlo por uno positivo en su lugar haciendo el esfuerzo de no mantener más el negativo en nuestra mente, y solo dejar espacio al nuevo.
Todo esto está muy bien pero no deja de ser una tarea tremendamente difícil el estar pendiente constantemente de los pensamientos que tengamos para actuar sobre ellos, dependiendo de que sean de tipo negativo o de que no lo sean, y sobre todo porque se calcula que el ser humano tiene aproximadamente unos 60.000 pensamientos al día y aunque un gran porcentaje de ellos serían los mismos, no deja de ser poco menos que imposible.
Para solucionar este problema lo mejor es simplemente fijarte en las emociones. ¿Qué quiero decir con esto?. Cuando tienes un pensamiento, este siempre te genera una emoción que puede ser positiva o negativa dependiendo de la naturaleza del mismo, es decir, ese pensamiento te hará sentirte bien o te hará sentirte mal, o incluso indiferente.
Entonces lo mejor es no fijarse siquiera en el pensamiento que te pueda venir, que ya hemos dicho lo difícil que es, sino fijarse en las emociones.
Si te encuentras bien y no tienes una mala sensación, es que de momento todo va bien, pero si de repente no te sientes bien es porque hay un pensamiento relacionado con lo que sea que no es bueno y que te está importunando. En ese momento hay que actuar reconociéndolo y lo antes posible cambiarlo por un pensamiento que te produzca una buena sensación, un pensamiento de algo que quieras y que te haga feliz de forma que se disipe el anterior que era malo para ti y te hacía sentirte mal.
Es fundamental hacer esto porque si persistimos en mantener el pensamiento negativo a través de la emoción que nos está generando, esa persistencia e intensidad es la que va a hacer que al final atraigamos justamente eso que no queremos. Si cuando sentimos esa emoción negativa la reconocemos y somos conscientes de ella y la sustituimos por un pensamiento positivo, este generará una emoción positiva y agradable y que será lo que empezaremos a atraer y así habremos anulado el pensamiento negativo con todo lo que conlleva.
Hay un símil muy bueno y que explica muy bien lo que acabamos de decir.
Imagina que estás sentado delante de una hoguera de esas que se hacían en los campamentos contemplando el fuego y de repente te salta una chispa en la camisa (pensamiento negativo – mala emoción), entonces inmediatamente te sacudes para que no te quemes (pensamiento positivo – buena emoción). Si hubieras mantenido la chispa que te ha saltado y no la hubieras sacudido te hubieras quemado la camisa pero como la has sacudido no ha pasado nada. Has eliminado el pensamiento negativo rápidamente.
Entrenémonos en pensar en positivo, apartemos los pensamientos negativos y mediante el control y la toma de conciencia de nuestras emociones atraeremos a nosotros todo aquello que deseemos.
El pesimismo nunca nos va a aportar nada bueno en ningún sentido y además nos lleva a vivir con temor en todo lo que hagamos, y nos hace dudar sobre la posibilidad de que podamos alcanzar lo que deseemos, debilitándonos mentalmente y ralentizando todo lo que nos propongamos realizar.
Esforcémonos en superarnos cada día que pasa, centrándonos únicamente en los aspectos favorables de la vida. Si mejoramos nuestra actitud mental y pensamos en positivo, nuestra vida, sin dejar de ser la misma, mejorará.
“La cultura del pensamiento es de una importancia vital. Muy pocas personas conocen este arte o esta ciencia. Todos son víctimas del pensamiento fortuito”
Suami Sivananda